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Feb

2021

Facultad de Medicina Humana

“El trabajo social es una actividad intensa, pero satisfactoria”

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El médico Augusto Quispe Chau, profesor de Medicina Preventiva y Comunitaria de nuestra Facultad de Medicina Humana, nos cuenta cómo ha sido su experiencia docente en estos tiempos de pandemia.

Por Jorge Bulnes Carbajal. 11 febrero, 2021.

“En el curso de Medicina preventiva desarrollamos distintas actividades en las que nuestros alumnos se desarrollan como agentes sanitarios. Se forman alianzas con algunas municipalidades para sacar adelante distintas campañas de salud. Desde estudios de campo, en los que nuestros alumnos de los cursos de Parasitología y Microbiología encontraron parásitos en perros y gatos en Miraflores, hasta estudios de salud en la cuna y en el comedor municipal”, explica el médico.

El médico Augusto Quispe indica que gran parte del aprendizaje que tiene el futuro profesional de la salud lo adquiere en el trabajo de campo que se realiza a través de labor social, actividades de concientización para fomentar costumbres saludables con las mascotas, campañas de descarte de obesidad, de buenas prácticas de manipulación de alimentos en el comedor municipal de Miraflores y chequeos médicos en la cuna del distrito. Todo esto es un trabajo social muy intenso, señala.

Sin embargo, explica, la actividad no solo se circunscribe a los distritos cercanos. “Existe una zona de mayor valor vocacional: la comunidad de Manchay, distrito de Pachacámac al sureste de Lima, en la que con el apoyo del padre José Chuquillanqui, párroco y ganador del premio Esteban Campodónico 2020,  nuestros estudiantes ponen en práctica lo aprendido en las aulas”, expresa.

Junto con otros docentes, Vladimir Bustinza, Iván Ciriaco y Robert Chuquimbalqui, entre otros, el médico Augusto Quispe proporciona la experiencia y el soporte que requiere el aprendizaje de los estudiantes.

“Luego vino la pandemia y lo cambió todo. Ya no se pudo llevar a cabo el sistema helicoidal. Se había coordinado con la Municipalidad de Miraflores y el colegio Scipión Llona para formar promotores sanitarios, pero ya no se pudo. Se suponía que el curso empezaba en marzo, pero sin universitarios y sin escolares ya no se pudieron realizar las prácticas”, recuerda.

Adaptación
Esta situación provocó una desazón inevitable en nuestros alumnos, refiere el profesor. La incertidumbre que trajo consigo en confinamiento social melló su motivación. Hasta que la idea de transmitir la cultura de la salud en los medios virtuales nos devolvió el entusiasmo.

“Se contactó con el médico César Gutiérrez, quien alentó a la plana docente a seguir impartiendo conocimiento utilizando las herramientas digitales que teníamos a nuestro alcance. Los alumnos elaboraron 24 videos educativos que fueron difundidos con el apoyo de la Municipalidad de Miraflores. Se realizaron con una buena base teórica para que la información proporcionada sea la más precisa y actual”, refiere.

Luego, con la ayuda de la doctora Lourdes Carrera se creó una cuenta en Instagram para la difusión del material audiovisual. Sin embargo, la vivencia que cada uno ha tenido durante el año, alumnos y profesores, ha sido muy fuerte. “Muchos hemos perdido familiares cercanos, amigos y colegas. Solo queda acatar las disposiciones que da el Gobierno para prevenir el avance de esta enfermedad lo más que se pueda”, concluye.

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